Priscila Varanelli: “Cuando vi a mi hija cambió todo”

En la madrugada del 28 de octubre de 2022, un incendio en la vivienda que compartía con su familia apagó la vida de sus dos hijos varones de 8 y 12 años.  A los pocos días, su esposo tampoco pudo resistir a las graves secuelas que le dejaron las llamas y falleció. Ella la pasó mal, pero pudo salir adelante y rencontrarse con esa hija que la estaba esperando para empujarse juntas en una nueva vida.

En el Día Internacional de la Mujer, compartimos el testimonio que dejó en radio Meta Priscilla Varanelli, un ejemplo de amor y coraje. “Es difícil , día a día, la verdad agradezco tanto que tengo mi motivo de seguir adelante que es mi hija, es por ella que me levanto todos los días para seguir, y agradecida al cariño de la gente también, porque se acercan a decir que admiran la fortaleza de uno, estando internada cuando me enteré de la noticia de mis hijos y de mi marido, fue fuerte, me negué a todo, incluso a seguir, esa es la verdad, pero bueno, después cuando me dijeron que estaba mi nena, junté fuerzas de donde no tenía porque esa es la verdad, para salir adelante, para levantarme, para recuperarme, daban mucho tiempo de recuperación y ella me motivó, cuando me hacían kinesiología para volver a caminar, porque obviamente fue como volver a nacer, me daban de comer porque no tenía fuerzas, y cuando empecé a pararme fue difícil, me temblaban los pies, las piernas, más allá de estar quemada, fue difícil volver a arrancar y por ahí me debilitaba y decía: ´dejenme que yo puedo´, y con ese ‘yo puedo, yo puedo’… porque tenía que estar al lado de mi hija, dejé todo de lado, el dolor y todo lo que conlleva volver a arrancar, y eso hizo que en dos meses me pudiera recuperar y estar con mi hija”

“Siempre le digo a la gente: hay dos opciones, cada uno pasa el duelo como lo siente, yo tenía la opción de tirarme en una cama, estar deprimida y que mi hija me vea mal y ella también se ponga mal, porque para ella también fue difícil cuando yo volví contarle la verdad, porque ella no la supo hasta que yo volví. Para mi es darle el ejemplo a mi hija de que sí se puede, que se puede salir adelante más allá del dolor y el peso que uno tiene. Porque a veces uno dice: ‘la pérdida de un marido se puede llevar, pero la de los hijos no’, es muy difícil, en mi caso perdí dos, que eran mis amores, es muy difícil todos los días levantarme y salir adelante, salgo adelante por ellos, salgo a trabajar y no me limito a nada, más allá de mis discapacidades que me han quedado, ciertos complejos que vamos mejorando de a poco”.

“Todos los días busco superarme, salir adelante y ver la vida de otra manera. Sé que volví a nacer y empezar una nueva vida sola con mi hija, pero una nueva vida, y más allá de eso,  ellos van a estar ahí acompañándome en todo lo que haga”.

“El dolor lo llevo adentro, pero afuera hay dos guerreras, hay que salir adelante y luchar por los sueños que quedaron pendientes,  y por volver a empezar, tanto con la casa, el trabajo y la vida cotidiana. Obvio que hay momentos que son difíciles para las dos. Ella de su lado extrañando a sus hermanos y su papá; y yo de mi lado de perder a mi compañero de vida y a mis hijos. Así como fue difícil el comienzo de clases, porque es una mezcla de emociones para todos, porque a todos les debe pasar, ciertas fechas no son muy lindas, pero bueno, hay que superarlas también, ver el lado positivo y seguir adelante”.

El rencuentro con su hija. “Hacía unos tres días que me habían dicho que me iban a dar de alta, después de que funcionó el tema de injerto de piel, mi hermano había hablado para que ella me pueda ver, el lunes no se podía andar por el mundial, el martes no sé qué hubo y el miércoles justo tenía el alta. Entonces él me dijo, ´la voy a decir que te va a visitar pero ella no va a saber que vos volvés’. Cuando me vio fue emocionante y le digo: ‘adivina una cosa, mamá se va con vos, ella no lo podía creer, me dijo que íbamos a pasar Navidad juntas, ella ya le había pesado que egresó en el Jardín y sintió esa ausencia, más allá de que estuvieron los tíos y familiares, pero le hacía falta mamá o papá, como todo… y la verdad que nos aferramos mucho, más allá de que ella tiene 5 años  es una nena muy madura y comprende todo, entiende, y eso me ayuda a darle fuerza y que siga, que sea como mamá, fuerte y que siga para adelante,

La fortaleza. “Mi vida ya viene castigada hace rato, es como que una más al hombro me aguanto, pero la verdad que me sorprendo. Cuando estaba internada me hice muchas preguntas: ¿cómo iba a hacer?,  ¿cómo iba a poder?… ciertas discapacidades o ver mi cuerpo como quedó me tenía muy mal, pero cuando vi a mi hija cambio todo. En un momento pensé en irme de Ramallo y verla a ella cambio todo. Dije, ¿por qué dejar todos los sueños que tenemos acá en Ramallo? ¿Por lo que sucedió? Prefiero que quede en un recuerdo y seguir adelante con esos proyectos que quedaron pendientes y no abandonar”.

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