Primera intervención de un servicio de hemodinamia en San Pedro
Primero fue un agradecimiento que llegó a los medios de comunicación, luego la tarea de averiguar de qué modo había sido asistido un paciente que llegó en estado crítico a solicitar atención urgente. Por último saber que un servicio que aún no había llegado a inaugurarse en el Hospital Privado SADIV, le salvó la vida.
La carta de los familiares de Darío, el paciente de 50 años que llegó tras ser derivado de urgencia en una ambulancia del hospital público, no aclaraba que esta vez “no iban a cortar la cinta ni a hacer un anuncio” sino que era un paciente que le iba a dar vida a un servicio que recién comenzó a funcionar para todos el lunes 7 de Agosto.
Aunque son muchos los que abonan a la teoría de que “las casualidades no existen”, de haber requerido una derivación a cualquier lugar cuya distancia requiriera recorrer kilómetros, este vecino no hubiese resistido.
“Gracias a todos quienes estuvieron en la cancha de paddle e hicieron sentir su presencia apelando a los conocimientos y posibilidades que tenían”, dijeron en el texto de reconocimiento a quienes ayudaron a salvar la vida. En esa cancha de paddle, Darío comenzó a recorrer un camino que hasta ese día nadie había logrado en la ciudad porque el servicio de urgencia en hemodinamia requiere de personal entrenado y profesionales capacitados.
Luego en el hospital público el diagnóstico fue impecable pero la derivación más cercana tenía que ser a San Nicolás o a Pilar siempre que no hubiese demoras. Ahí surgió la consulta y la posibilidad de subir al vehículo de emergencias a Darío para recorrer los 1300 metros que separan a ambos centros asistenciales.
El sector de hemodinamia estaba listo para la apertura al público y el resto de los recursos que se necesitaban ya estaban disponibles. El quirófano y el stent que más tarde implantaría el Dr. Lucas Arias, jefe de hemodinamia y especialista en cardiología invasiva al paciente que llegó en estado crítico.
Marina la esposa, Magui, Salvador y Simón, los hijos fueron los que acercaron las palabras de agradecimiento, tal vez sin saber que habían sido obligados protagonistas de la primer intervención en hemodinamia realizada en la ciudad.
Fuente: La Opinión