El dramático pedido de los comedores de La Plata: «No tenemos cómo darles de comer a los pibes»
La Plata fue una de las sedes de la jornada nacional «Ollas Vacías», una actividad que expuso la dramática situación de los comedores barriales tras la interrupción en el envío de alimentos del gobierno nacional. Organizaciones sociales protestaron frente a la Catedral, en medio de la angustia por no poder brindar un plato de comida a los más necesitados.
La actividad fue convocada en todo el país por Libes del Sur, Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), entre otras organizaciones.
Durante la protesta, los manifestantes hicieron un conmovedor pedido a las dirigencia política para que salga de «su zona de confort» y comience a dar respuesta a las necesidades de alimentación de chicos y adultos mayores. Según relataron, desde hace cuatro meses no reciben comida y en los últimos meses se elevó sensiblemente la demanda.
A diferencia de la apatía nacional, históricamente el principal actor en canalizar la ayuda social, las organizaciones fueron recibidas por autoridades de la provincia, quienes evaluaron alternativas de colaboración (el gobierno bonaerenses pasó de un presupuesto de ayuda alimentaria de 27 mil a 52 mil millones de pesos).
En diálogo con Infocielo, Laura, una militante social que realiza tareas solidarias en un comedor comunitario de La Plata describió el dificil momento que afrontan: Nos estamos presentando con una jornada que tiene un nombre que no le queríamos poner: Ollas vacías. Porque es lo que estamos viviendo en todos los comedores populares de los barrios. Hace más de cuatro meses que no estamos recibiendo alimentos» reveló.
«No tenemos una comida para darle a los niños. Los comedores duplicaron la necesidad de los chicos y grandes. Gente que antes no iba a los comedores y ahora te pide un plato de comida . Los chicos no pueden esperar, ¿cómo le explicas a un chico de 2 a 10 años que hoy no vamos a tener comedor porque no tenemos alimentos? No solo en los comedores sino en nuestras mismas casas. Yo como madre que mi hija de dos años me pida una leche o un yogurt y que no hay es insostenible. Lo vivimos todos los días porque caminamos los barrios» continuó.