Un ingeniero nicoleño trabaja en una región de España que abastece de hortalizas a toda Europa

Bruno Tisera lleva cuatro años en Almería, una ciudad semidesértica ubicada sobre la costa del Mar Mediterráneo. Se capacitó en horticultura y lo contrataron para trabajar en una empresa que produce tomates. La zona es conocida como “Mar de Plástico”, por las 30 mil hectáreas de invernaderos que fueron creados aprovechando que no hay heladas.  

“Me vine acá a estudiar una maestría de producción de horticultura bajo invernadero, no había  pisado un invernadero en mi vida, al poquito tiempo empecé a trabajar en Almería que es denominado Mar de Plástico, es una de las pocas zonas en Europa donde no hela en invierno,  eso se aprovecha para hacer producción de hortalizas en invierno, es como la huerta de Europa”, explicó en la entrevista con radio Meta.  

La ciudad está ubicada en el sur de España, entre Málaga y Murcia. Como es una región donde llueven solamente 100 milímetros al año, hubo que pensar mucho para crear un espacio tan productivo. “Esta gente ha sido muy inteligente y han logrado progresos importantes, como crear el suelo, porque el suelo no existe, es directamente una piedra, trajeron 40 cm de tierra de otro lado y crearon el suelo para poder cultivar”.

El agua se toma del mar y a través del sistema de ósmosis inversa a gran escala se la hace apta para los cultivos. “El riego es super eficiente, acá se cuenta cada gota de agua porque el agua es cara. Todo ese proceso de sacar las sales del mar es caro, pero es la manera de incrementar la tecnología y cultivar”.

En esos invernaderos se cultivan principalmente tomates, berenjenas, calabacín (zucchini), pimiento, sandía y melón. La firma que lo contrató “se dedica a la producción de tomates de especialidad, son distintos a los que conocemos en el supermercado, son de distintas formas,  colores, se venden a un precio más caro”.

El sistema de producción. “Lo normal es que un productor tenga dos hectáreas de invernadero, es una superficie chica, pequeña. El productor se dedica a producir, toda la parte de comercialización está en manos de cooperativas, de productores y empresas privadas que van sumando la totalidad de lo producido y armando mega monstruos de comercialización que son los clientes de toda Europa que vienen a comprar”.

Se experimentan cambios en las técnicas para combatir insectos.  “La legislación europea es cada vez más exigente en cuanto a la cantidad de residuos y el tipo de productos que se utiliza, sobre todo productos agropecuarios. Y es mas exigente con la producción propia de Europa que con lo que se importa. Prácticamente no se puede tener residuos en los productos. Se generó una industria anexa de productos fitosanitarios que son de origen natural, eso es lo que está hoy de moda. Se usa mucho en producciones europeas para matar insecto o para matar hongos, otros hongos u otros insectos, se hace de una manera más natural, reduciendo muchísimo el uso de fitosanitarios”.

Estabilidad y planificación. “Acá los dueños de las tierras son los bancos. Te dan un crédito y el productor durante 10, 20 o 30 años va pagando ese crédito.  Aquí no hay alquileres, los productores le van pagando el crédito al banco. El crédito funciona muy bien. Básicamente cualquiera puede pedir su crédito, comprar su campo y ponerse a producir”. Y agregó: “Uno ya sabe lo que puede ganar por año, cuanto puede pagar de crédito y agarrar de superficie para trabajar”.

Una oportunidad no tan lejana para los compatriotas. “Para un técnico argentino es muy difícil saber de horticultura, yo cuando vine acá fue como empezar de cero, literalmente, no estamos acostumbrados a los riegos, a los manejos de invernaderos, que es lo opuesto a lo que estamos acostumbrados allá”. A pesar de esa desventaja inicial, «no es tan complejo, la maestría mía duró un año, y en la universidad las empresas te ofrecen pasantías. A los dos meses de empezar la maestría comencé a trabajar con los tomates y acá estoy todavía».

No hay muchos, pero valoran un aspecto de nuestra idiosincrasia. “Hay alguno que otro, no es común, sí valoran del técnico argentino toda esta capacidad nuestra de poder arreglar todo con alambre, de resolver todo con 2 pesos, eso les parece asombroso”.

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