Nelson schonberger: la decision fue por mis hijos y mi mujer
El arquero que consiguiera el ascenso con Defensores de Belgrano al Argentino A en la temporada 2010/11, tomó la decisión de interrumpir su carrera profesional y apostar por su familia. Después de una mala experiencia en Ecuador, Schonberger se radicó en San Martín de Los Andes, donde entrena arqueros, divisiones inferiores y también se saca el gusto atajando en un club del lugar.
“Estoy en San Martín de Los Andes, por ahora colgué los guantes”, comienza diciendo el arquero que alcanzó a jugar doce partidos en Deportivo Quito antes de su regreso a la Argentina. “Cuando volví de Ecuador, mis hijos me dijeron que no querían viajar más, que si quería podía ir yo, pero bueno, tomé la decisión de quedarme junto a ellos. Tuve posibilidades de seguir jugando, me llamaron de viarios clubes, pero después de estar cuatro meses sin mis hijos en Ecuador, decidí quedarme. Apostar por la familia”. Schonberger estuvo muy cerca de atajar en el Federal A, pero la familia pudo más. “La decisión fue por mis hijos y por mi mujer. Había arreglado en San Lorenzo de Alem, hablé con el presidente el miércoles a la noche y quedamos que al otro día viajaba. Esa noche me fui a dormir con los nenes, iba a ser la última noche con ellos, me puse a pensar, no dormí en toda la noche y al otro día lo primero que hice fue llamar al presidente y decirle que me disculpe pero no quería dejar a mis hijos otra vez solos. Cuando uno tiene hijos chiquitos (2 y 4 años), cualquier decisión puede afectarlos y yo prefiero quedarme con la conciencia tranquila y darlo todo por ellos”.
Si bien no lo va a hacer profesionalmente, Schonberger va a seguir ligado al fútbol. “Voy a jugar la Liga de Bariloche con un equipo de acá. Estoy entrenando los arqueros del club donde juego (Lacar) y también estoy como técnico de la 5° y 7° división. Sigo metido con la cabeza en el fútbol, pero mirándolo desde otro lado”.
En la entrevista con el programa “Deportivo 4 en el Fondo”, tuvo tiempo para recordar esa difícil experiencia en el fútbol ecuatoriano; lejos de su familia y sin cobrar. “En lo económico fue desastroso, pero era un club grande, conocí gente muy buena, me quedaron muchos amigos, al igual que en Ramallo. Gente muy hospitalaria, los tres extranjeros estábamos en una situación complicada, porque es difícil estar lejos de tu tierra. Las dos comisiones directivas que tuve dejaron mucho que desear, porque uno puede estar atrasado en los sueldos, pero esta gente parecía que no quería pagar nunca”.
La decisión de priorizar su familia y dejar en suspenso su carrera profesional no fue fácil. “Te miento si te digo que a veces no me agarra la melancolía; por ahí trato de no mirar mucho, pero es inevitable. Tengo días que son medio bajones, pero hoy trato de no pensar en eso. Hoy por hoy, estoy con otros proyectos con mi señora, mis hijos y trato de meter la cabeza con los pibes que entreno, por lo menos así me saco las ganas”.
Fue inevitable recordar su etapa en Villa Ramallo. “Defensores es un club que me marcó mucho en lo personal y en lo profesional. Siempre es lo que más miro. Aparte tengo muchísima gente amiga en facebook y todo el mundo habla de Defensores; es el club al que más sigo. Ojalá le vaya bien porque es un club al que le tengo un amor y un respeto impresionante”. Y también se refirió a su excompañero, Guido Herrera, actual arquero de Talleres de Córdoba. “Cuando llegó él, se veía que tenía otro nivel, que tenía otras cosas… El Federal A le quedaba chico. Hablo mucho con él, nos mensajeamos, seguimos en contacto. La verdad que el primer partido que lo vi con Racing (1° fecha del torneo de Primera Divisón), me puse muy contento, se me ponía la piel de gallina. Es un pibe que se lo merece, porque tiene una condiciones impresionantes y es una excelente persona”.