Luz Desposito en rol protagónico de un musical consagrado en la Argentina

La ramallense interpreta a Lucy en la comedia Drácula de Pepe Cibrián y Angel Mahler, una obra que se estrenó en 1991 en el Luna Park y que ha recorrido diferentes escenarios del país y el exterior.  “Es un privilegio, una oportunidad hermosa la que estoy viviendo, ya tuve la posibilidad de hacer este musical en  2007, en 2016, y ahora nuevamente he sido convocada. Siempre es muy hermoso porque es una obra que para mí esta angelada: la gente se emociona, aplaude a más no poder y es muy lindo generar eso en la gente”, dijo la hija del Dr. Rómulo Despósito en radio Meta.

Para Luz, Drácula no solo es especial por lo que genera en el público: “Hay gente que nos viene a ver hoy al teatro y lo viene haciendo desde el ‘91, adictos, es algo muy mágico”; también porque fue la obra que la insertó en la carrera artística. “Lo mío fue un poco autodidacta en mis comienzos. Soy amiga de Alejandro Andolfi que también es de Ramallo, compañeros de Primaria y Secundaria, a los dos nos gustó siempre la comedia musical, él estudiaba los fines de semana para prepararse en la escuela de Pepe Cibrián. Cuando Ale se entera que iban a hacer audiencias, me dijo que tenía que ir a Buenos Aires para que me conozca Pepe. Yo tenía 18 años, le dije a mis viejos, ellos siempre me apoyaron en todo, me dijeron (que vaya para) adelante, y me vine a Buenos Aires llena de ilusión para ver qué pasaba. Ni remotamente me imaginé que iba a quedar en la obra. Quede seleccionada, hice Drácula en el teatro Opera, era la más chica”.

Por eso, tanto pepe Cibrián, como Ángel Mahler, son tan importantes en su vida. “Fueron los que confiaron en mí y me dieron la oportunidad más importante en mi carrera. Cuando comencé estudiaba Derecho en la Universidad de Rosario y cuando me eligen en la audición les dije a mi mamá y papá: ‘yo me quiero dedicar a esto y  voy a dejar todo’; por suerte me apoyaron mis padres. Ellos creyeron en mi cuando yo no tenías los elementos técnicos para semejante obra, pero vieron esa luz y me dieron la oportunidad. A partir de ahí, fue el comienzo de todo mi carrera, empecé a estudiar, a perfeccionarme, a hacer otras cosas, hice conciertos líricos, me gusta cantar opera, distintos shows, otras obras de teatro off,  de todo… son mis mentores, los que me impulsaron”.

Hacer lo que a uno le gusta y con el apoyo de la familia. “Nada es fácil, pero siempre hay que confiar en el instinto y los sueños se cumplen. Hay que arriesgarse y jugársela de alguna manera; obvio que algunas decisiones dan vértigo, pero hay que asumir el riesgo y las cosas ocurren”. Para eso es fundamental  “el apoyo de la familia, que los padres apoyen a sus hijos, en cualquier disciplina artística, porque en definitiva lo que importa es ser felices”.

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