Florencia Ordóñez presentó su libro en Italia y se reencontró con las raíces de su familia
La docente y escritora ramallense Florencia Ordóñez, autora del libro “La pulsión de las dos orillas” (2023), viajó a Italia para reencontrarse con la tierra de sus antepasados y presentar allí su obra poética que une a Ramallo con las huellas de la inmigración italiana. Desde el aeropuerto de Milán, antes de emprender el regreso a la Argentina, compartió su experiencia.
“Vine a tener una reunión personal con el presidente de la región Lombardía, nada más y nada menos, me recibió en su despacho y después comenzó realmente el viaje hacia las raíces, a intentar encontrarme con mis orígenes. Terminé en Cermenate, que es el lugar de mi tatarabuelo. Ahí fui a reunirme con personas que llevan el mismo apellido, que no sé si realmente somos familiares o no, y pudimos hacer como un hermanamiento en cuanto a esto, al apellido Rampoldi.”

En esa misma localidad, Ordóñez presentó su libro con el acompañamiento institucional: “Fui a presentar el libro ahí, estuvo auspiciado por el consulado argentino en Milán, me acompañó el intendente del lugar y la Secretaría de Cultura, más toda la familia Rampoldi. Viajaron también las nietas de este hombre Rampoldi que vivió en Ramallo y nos encontramos con los que quedaron en Cermenate.”
El viaje, además, le trajo una sorpresa: “Fui a recibir un premio en el Piemonte y estaba a 50 kilómetros del lugar donde nació mi tatarabuelo, así que fui hasta ese lugar. Fueron pocos días pero todos muy importantes.”
Florencia contó que la gestión del viaje comenzó tiempo atrás: “Todo fue gestionado desde antes por mí. Al consulado presenté como un mes y medio antes el proyecto, tuve que mandar el libro a Italia para que lo vieran. Lo del presidente de la región también lo había trabajado con tiempo. Es la autoridad máxima en Lombardía y me dijo allá en Buenos Aires que continuara transmitiendo la italianidad a mi gente.”

El vínculo: “Para ellos también es importante encontrarse con la gente que fue para allá (Ramallo), por eso me abrieron las puertas desde el municipio de Cermenate. Incluso me entregaron el acta de bautismo de mi tatarabuelo en tamaño original, que irá a la Casona de Dante, y el banderín de su pueblo natal. Todavía me vienen ganas de llorar, nunca paré de llorar de la emoción. Me dijeron algo importantísimo en la presentación: esto no es una puerta que se cierra sino un portón que se abre.”
Sobre la experiencia, concluyó: “Yo siempre digo que no puedo vivir sin Argentina y no puedo vivir sin Italia, por eso les llevé de regalo las dos banderas en un mismo prendedor. Sigue todo esto en el sentido de que ellos puedan ir para la Argentina o yo volver acá, ya es una unión increíble. Todo fue más grande de lo que imaginaba, superó todo.”
Y adelantó que esta vivencia seguramente inspirará nuevas páginas: “Seguramente se vendrá otro libro, porque fue muy fuerte, era como volver a casa, lo hice volver a Pietro, a mi tatarabuelo.”