El Supremo Tribunal de Brasil confirma la suspensión de X, la red social de Musk
Un panel de jueces del Supremo Tribunal de Brasil votó el lunes a favor del fallo, emitido la semana pasada, en el que un juez decidió bloquear la red social X en todo el país porque su propietario, Elon Musk, se negó a cumplir con las órdenes judiciales de suspender unas cuentas.
La popular red social no cumplió el jueves por la noche el plazo impuesto por un tribunal para nombrar a un representante legal en Brasil, tal y como exige la legislación local, lo que desencadenó la suspensión.
La disputa sobre X tiene su origen en una orden de Moraes de principios de este año que exigía a la plataforma bloquear cuentas implicadas en investigaciones sobre presunta desinformación y odio.
Musk ha argumentado que Moraes intentaba imponer una censura injustificada y cerró la oficina de X en Brasil en agosto, sin nombrar a un nuevo representante. El juez ha insistido en que las redes sociales necesitan regulaciones sobre la incitación al odio.
Los cinco magistrados que componen la sala votaron virtualmente a favor de la suspensión de X, que comenzó a implementarse gradualmente desde la madrugada del sábado. Esta medida se mantendrá vigente hasta que la red social cumpla «todas» las decisiones de la corte, aplicables a «todas las empresas que operan en Brasil», según la sentencia.
El magistrado Alexandre de Moraes, instructor del caso, emitió el primer voto. Musk lo calificó de «dictador» y lo insultó durante meses en la propia X, después de que De Moraes ordenara la suspensión de decenas de perfiles en la plataforma. Esta orden se enmarcó en un proceso sobre la masiva difusión de noticias falsas y ataques a la democracia.
Incumplimientos
Elon Musk ignoró todas estas órdenes y, además, retiró a sus representantes legales de Brasil, argumentando que estaban bajo amenaza de encarcelamiento por parte de De Moraes.
De Moraes, respaldado por los otros cuatro miembros de la sala, subrayó en su voto los «reiterados, conscientes y voluntarios incumplimientos de órdenes judiciales y el impago de multas» por parte de la empresa de Musk. Estas multas ascienden a unos cuatro millones de dólares.
Discursos extremos
El magistrado afirmó que Musk pretende «instituir un ambiente de total impunidad y una ‘tierra sin ley'», facilitando la actuación de grupos extremistas y milicias digitales en las redes sociales. Estas acciones permitirían una «difusión masiva de discursos nazis, racistas, fascistas, de odio y antidemocráticos».
Dos miembros de la primera sala del Supremo, que ya han sido ministros de Justicia en distintos Gobiernos, votaron a favor de la suspensión. Se trata de De Moraes, quien ocupó el cargo durante la gestión de Michel Temer, y Flávio Dino, actual ministro de Justicia en el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. Esta participación descarta para muchos analistas políticos la supuesta motivación ideológica que la ultraderecha atribuye a la decisión.
Conflicto con Starlink
A la suspensión de X se suma un conflicto judicial con Starlink, otra empresa propiedad de Musk, que se ha negado a acatar la suspensión de la red social en Brasil.
De Moraes ordenó el bloqueo de las cuentas de Starlink, que ofrece servicios de internet por satélite y cuenta con unas 215.000 líneas activas en Brasil. Esta medida busca garantizar el pago de las multas impuestas a X, que tiene unos 20 millones de usuarios en el país.
A pesar de esto, Starlink anunció que no cumplirá con la decisión contra X hasta que se levante el bloqueo de sus cuentas.
Fake news
Las sanciones contra las empresas de Musk se adoptaron en plena campaña para las elecciones municipales de octubre, lo que ha intensificado la polarización entre la extrema derecha de Jair Bolsonaro, aliado de Musk, y el progresismo del gobierno de Lula. Bolsonaro denunció lo que considera una «persecución ideológica» contra los «conservadores», mientras que Lula insistió en que toda empresa extranjera que opere en Brasil debe «respetar» a la justicia del país.
El Supremo busca impedir que la campaña para las elecciones municipales se vea inundada de noticias falsas, como ocurrió en las presidenciales de 2018, cuando Lula derrotó a Bolsonaro. En ese proceso electoral, se desactivaron cientos de perfiles en diversas plataformas, principalmente por la difusión masiva de ataques contra las instituciones democráticas, atribuidos en su mayoría a la extrema derecha.