De Irlanda del Norte a San Nicolás: la historia del cura que escribió y luchó con alegría
Un cura irlandés -de Irlanda del Norte– que desplegó su tarea pastoral, combinada con militancia sindical, una afición secreta por la poesía y una vocación por acompañar a los otros en las horas más triste, sin perder la alegría jamás, es la última curiosidad del escritor bonaerense Eduardo Cormick.
«Los pasos de Denis» se plantea como un relato coral que reconstruye «la vida de un cura rebelde y poeta secreto, en la voz de quienes lo conocieron». El libro, editado por El Bien del Sauce, relata los pasos de Denis Fitzpatrick por el norte de la Provincia de Buenos Aires.
Una suscinta biografía del prelado comienza idefectiblemente en Irlanda del Norte, el 17 de agosto de 1918. «En 1961, en Jerusalén, fue ordenado sacerdote por el rito oriental. Algunos años después llegó a Argentina, donde vivió por casi cincuenta años en barriadas populares y pequeños pueblos del obispado de San Nicolás«, continuará.
Su tarea en la Provincia se caracterizó por «la vecindad y la amistad con los más débiles y necesitados, caminar junto a ellos». El relato abarca tiempos de dictadura, de resistencia obrera en los 90 y detalla cómo Denis se puso al frente de su comunidad para denunciar las actividades del prostíbulo Spartacus, de Pergamino, en un hecho político que conmocionó a su sociedad.
Tampoco descuida lo más íntimo del relato biográfico y rescata un pemario secreto Damascus and other verses, «colección de bellos y profundos poemas, todavía inéditos y en proceso de traducción».
Una biografía coral y una guía de preguntas
Cormick reconstruyó la vida del cura guiándose a través de una serie de preguntas: ¿Cuál fue su particular modo de ejercer su ministerio? ¿Por qué las noticias sobre su vida lo muestran junto a las personas que pasaban un momento difícil y siempre enfrente de los que ejercían el poder? ¿Por qué, a pesar de pasar privaciones tan a menudo, vivía con auténtica alegría? ¿Por qué le echaba sal a todo (incluido el café con leche?).
El editor Camilo Sánchez dice en el prólogo: «El cura se metió en la vida de varios de nosotros y no deja de llamarnos desde el costado del camino. Eduardo Cormick logra con este libro que el viaje por su memoria se nos vuelva aún más sólido y lleno de colores. Y quién dice que con este libro terminemos siendo –como quienes lo recuerdan, como los hacedores de este libro, como sus futuros lectores, como le hubiera gustado al viejo cura poeta– uno con él».
Fuente: Infocielo.