Avelino Verón: “Estos son los últimos meses que voy a estar con el fútbol”

Sencillo, humilde, sensible… Aunque en el final de la charla reconoce que no está dicha la última palabra, al  gran maestro de tantos pibes de Ramallo le anda dando vueltas la idea de cerrar otra etapa en su vida. Por eso la medalla de oro que obtuvo el equipo de fútbol playa que él dirigió en los Juegos Bonaerenses de Mar del Plata, despertó un cumulo de emociones que compartió en una entrevista con radio Meta.  

Avelino Verón le puso fundamentos a este momento especial de su vida. “Uno tiene su historia con estos chicos, los tengo desde la escuelita, pasaron por las inferiores conmigo en Los Andes y terminar de la forma que se termina…”. Pero en el fondo hay más razones que lo ponen sensible. “Estos son los últimos meses que voy a estar con el fútbol, ni bien termine el año la decisión mía es apartarme y vivir un poquito mas tranquilo, y estar mas cerca de mi señora que, no se si sufre, pero me ve poco, porque estoy más en lo que me gusta a mí y por ahí a la edad que uno tiene, hasta acá está bien; lo que hice durante 40 años, lo que hice con los chicos ha sido bueno, pero también uno tiene su vida”. Entonces, “cada vez que me toca hablar de fútbol me emociona, por lo que hoy ya tengo decidido, sé que lo voy a dejar y la emoción aparece”.

El desafío. “Los chicos querían que yo sea el técnico, yo no los tengo ahora, los tiene “Keko” (Vaz), juegan en Sub 23 y algunos en Primera.  El año pasado se nos escapó ahí, decían ‘vamos a volver otro año, vamos al hacer el esfuerzo, vamos a concentrarnos e ir a ganar la medalla de oro’.

El equipo ganó los cinco partidos que disputó, fueron reconocidos por el buen juego y comportamiento por técnicos rivales y árbitros. La semifinal con Merlo fue emotiva, pero la final con Lobos, increíble: “Lo viví como si lo hubiera jugado yo. Se juegan tres tiempos de 10 minutos, los primeros diez iban perdiendo 2-0, errando dos penales, el segundo tiempo siguió igual, lo emocionante vino en el tercero, perdíamos 2-0 faltando cuatro minutos, metimos el 2-1, enseguida el 2-2, y faltando un minuto lo pasamos a ganar 3-2. Fue emocionante, ver a los chicos querer ganar, esa es la motivación, lo que uno ve, las ganas de ganar, lo que siempre traté con todos los jugadores que tuve, los brazos nunca hay que bajarlos, el que baja los brazos pierde”.

Avelino volvió a referirse a sus sentimientos. “A la edad que tengo, no lo tendría que vivir de esa forma, me parece a mí, pero ver a los chicos y el abrazo, que vienen todos, fue una cosa… me emociona y me sigue emocionando”. Y siguió: “No estoy preparado para en poquito dejar, tantos años jugando, dirigiendo chicos, pero llega un momento donde decís ‘hasta acá está bien…”.

Aunque parece una decisión tomada, hay pedidos que son difíciles de resistir. “Hasta hoy tengo esa decisión, después voy a ver… yo tengo chicos que son 2010, que están conmigo en el hotel y me dicen: ‘Ave, nosotros podemos ser campeones también’. Cuando me dicen eso…”

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