Ariel Santalla: «Tenemos que hacer una profunda reforma fiscal»

El exintendente de Ramallo conversó a agenda abierta con «Tato» Cervella en el programa Con Voz Propia de radio Meta. Se refirió al pedido para que se postule en las próximas elecciones ejecutivas, los problemas de Ramallo y sus posibles soluciones y el modelo de gestión San Nicolás.

Agradeció la propuesta que le hicieron para que sea candidato, pero aclara: «No estoy pensando en eso, hoy más allá de algunas cuestiones personales, de salud,  familiares que condicionan una decisión en ese sentido y son importantes, me parece que la sociedad está buscando candidatos nuevos, con ideas nuevas y no un refrito, un reciclaje de los que ya estuvimos»

Enseguida enganchó con el «fenómeno» Milei: «Por el grado de improvisación, a mí me parece absolutamente peligroso, yo no me lo tomaría en broma, el hombre tiene un perfil autoritario, tiene un proyecto de ultraderecha absolutamente a destiempo, esto último que ha dicho de las Afjp o de la educación pública, es un ejemplo de que atrasa en el tiempo, porque Chile que era un paradigma de eso, ya no lo hace porque los estallidos sociales fueron por la permanencia en el tiempo de esas políticas».

Más ideas peligrosas: «Siempre tuvimos un consenso básico de que el marco en que discutíamos como organizamos el país, como mejorarlo, cómo desarrollarlo, cómo hacer que la gente viva menor, era el sistema de democracia liberal, republicano. Hoy eso la sociedad lo pone en duda, porque la verdad que esa democracia republicana  a lo largo de 40 años, en términos de condiciones de vida económica y social ha retrocedido fuertemente».

Los dos frentes que dominan la política partidaria del país. «Es un gran negocio estratégico, político, cultural y obviamente electoral. La famosa grieta, con su hijo el voto útil, donde no hay lugar para terceras o cuartas opciones». Por eso, «creo que la Argentina tiene que ir a un escenario donde haya diez cuestiones básicas que estén avaladas por el 60 por ciento de la población y los partidos políticos, porque si no, vamos y venimos, cada 4 años estamos empezando siempre de nuevo».

Nuestros problemas. «La municipalidad de Ramallo ha perdido con el paso del tiempo autonomía política porque ha perdido autonomía económica. Esto pasa por varias cosas. Por eso digo que encontrar la solución requiere, mínimamente, de un acuerdo político, de no mucho más de 5 cuestiones que se puedan sostener por 10 o 15 años».

Los desafíos. «El presupuesto municipal en 2015, medido al dólar oficial, fue de 30 millones de dólares. El de este año es de 4600 millones de pesos, traducido a dólar oficial, 21 millones. En 8 años, la municipalidad de Ramallo, por distintas razones de la macroeconomía, sucesivas devaluaciones, perdió 9 millones de dólares, que se notan en la gestión, porque muchos de los precios, salvo los salarios,  que implican los insumos  y las cosas que necesita el municipio, o para hacer las obras, nos guste o no, son precios  dolarizados».

«En paralelo con  ese proceso, pasamos de 730 empleados a 1100. Y derivamos en esta situación donde el 80 por ciento del presupuesto son salarios; ergo, hay escasa posibilidad  de hacer obra con recurso propio. ¿Qué hacemos?  ¿Nos quedamos a llorar y decimos que esto es así, administramos esto y no hay otra cosa para hacer? No, hay cosas para hacer».

«Tiene que haber algunos grados mínimos de acuerdo político de las fuerzas que van a gobernar los próximos años, por lo menos los que tengan representación en el Concejo Deliberante. ¿Cuáles son esos acuerdos mínimos? Nosotros tenemos que llegar a establecer una reducción paulatina de nuestra plantilla, sin que sea traumática, vía jubilación… una reducción  para llegar a tener una plantilla de personal mucho más acorde a nuestra realidad. Ahora, en paralelo, del lado de los ingresos también hay que hacer cosas. Uno no se puede quedar quejando que la devaluación le llevó 9 millones de dólares. Tenemos que hacer una profunda reforma fiscal, que implica abandonar en varias tasas y derechos municipales  el criterio con el que se calculan  actualmente”.

La actual ordenanza Fiscal e Impositiva, “tiene criterios que ya no sirven y desde hace varios años. Nosotros no podemos seguir cobrando la tasa de Seguridad e Higiene por personas, por cada empleado,  porque eso hace 20 años atrás era viable y la manera de asegurarse al gran contribuyente que tenía muchos empleados; imaginemos el contexto en el año 2002. Hoy, en realidad hasta por una cuestión de justicia, no hay otra manera de medir a las empresas que no sea con su facturación; y además, por una cuestión de impulso al trabajo, porque vos no podes, por un lado, pedirle al empresario que genere empleo, pero por otro, cada vez que toma uno le aumentas los impuestos. Entonces,  hay que ir rápidamente, como han hecho otros municipios, a cobrar por ingresos brutos vía algún acuerdo con Arba para tener las declaraciones juradas; habrá escalas para monotributistas, por categoría…  pero un esquema tributario más razonable que estoy seguro va a redundar en más recursos. En los últimos años hemos perdido de recaudar renta extraordinaria que han tenido algunas empresas. Con las tasa urbana lo mismo, tenemos que buscar un esquema más inteligente para cobrar que los metro lineales de frente».

«Tenemos problemas serios que hay que poner arriba de la mesa.  Hacer un diagnóstico,  formular propuestas y en la medida de lo posible acordar como solucionarlos, porque la solución no se produce en cuatro años, dos, o en el transcurso de un mandato, requiere de varios mandatos. Tenemos problemas estructurarles con el agua corriente, problemas estructurales con la infraestructura, los pavimentos que hizo Alejandro (Ballester) se están rajando, los que hice yo se están rompiendo, y los que hizo Mauro (Poletti) también. Conclusión: dentro de algunos años vamos a tener un problemón porque, si ese problema lo tenemos en un contexto donde la municipalidad no tiene recursos propios, somos hiper dependientes de que Nación o Provincia nos den recursos.  Con eso, deber haber 7 u 8 temas más que habría que acordar porque me parece que es la forma de obtener resultados».

Los problemas del nosocomio local. «Nosotros hicimos la reforma edilicia del hospital; desde el punto de vista edilicio, es muy moderno; en los últimos años se avanzado en tecnología; lo que no se ha logrado es avanzar en organización para que haga lo que tiene que hacer: cuando un vecino va al hospital,  va con un problema no se puede ir con otro porque nadie lo atendió, porque no le dieron bola, o porque lo atendieron mal».

Los primeros cuestionamientos a la administración de Passaglia. «Ahora bien, aparecen las soluciones mágicas, algunos dicen ‘acá hay que hacer como hizo San Nicolás, privatizarlo, dárselo al Grupo Oroño. La verdad, promocionar un hospital, hacer el esfuerzo de construirlo, y después que sea nada más que una unidad sanitaria operada por un grupo privado, no es más que la unidad sanitaria de Pérez Millán; con una diferencia: la unidad sanitaria de Pérez Millán tiene guardia las 24 horas, estos hospitales no, en consecuencia hay que descartar los atajos que dicen vamos a la privatización del sistema».

Políticas de Estado que trasciendan gobiernos. El ejemplo de la ordenanza que regula el uso de los fitosanitarios. «Terminó mi mandato y Poletti no modificó la ordenanza y no echó a Caamaño; vino Perié y lo mismo. ¿Para que sirve eso? Para que se haga un hábito. Hoy yo creo que si no hacemos ningún control, los chacareros se han habituado a las buenas prácticas agrícolas, porque han pasado diez años y es un modelo que todo el mundo en la provincia de Buenos Aires quiere replicar.  Si un modelo como este pudiéramos aplicarlo en otras áreas de la administración pública, los resultados aparecerían…»

Las diferencias con Passaglia, su modelo de gestión y algunas aclaraciones. «Manuel lo exporta, lo publicita y lo ponemos como modelo replicable en otros lugares». En tiempos de Santalla intendente, los de San Nicolás miraban con admiración la costa de Ramallo, pero «nunca se me ocurrió, a pesar de que el intendente de San Nicolás era de otro partido, Marcelo Carignani, ir a promover el modelo ramallense en San Nicolás. Nos elogiaban las playas. A Carignani, por más que hubiera querido tener playas, no podía; salvo esta inversión millonaria de ahora que en aquel momento no se podría haber hecho porque con los problemas que tenía hubiera sido considerado una frivolidad».

Alguien puso los cimientos. «El milagro o modelo omite los cuatro años de Ismael Passaglia, que son el punto de partida. Fue intendente en 2011 con el Frente para la Victoria y tomó algunas decisiones en cuatro años: achicó en 400 personas la plantilla de personal, multiplicó por 4 o 5 los impuestos y aseguró la cobrabilidad. A diferencia de Ramallo, en San Nicolás te atrasas dos meses una tasa y tenes una carta documento de una abogado».

«Nunca le reconocieron a Marcelo Carignani que había hecho todo lo de abajo: obras de infraestructura, gas, agua, cloacas…  Un amigo me dijo, ‘el que venga después de él se luce’, y pasó. Hoy la municipalidad de San Nicolás tiene un volumen de dinero donde va llegar un punto que van a tener que inventar en que invertir. Nosotros recorrimos el camino inverso, en consecuencia yo no propongo ese modelo».

Si cree en la regionalización. Puso como ejemplo el Parque Industrial Comirsa y cómo podría beneficiar el turismo. «Nuestro lugares: San Pedro,  Ramallo, San Nicolás, Baradero, Arrecifes,  son de fin de semana; por eso les cuesta tanto a estas ciudades estar en la escena nacional del turismo. Pero, si hiciéramos como Córdoba, que cuando promociona traslasierra es lo mismo ir al Nono, Cura Brochero, Mina Clavero, nosotros podríamos generar una zona que haga que la gente venga por una semana y, se radique donde se radique, en un radio de 50 km tengan más posibilidades.

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